Muchos de los lectores que hayan llegado hasta aquí posiblemente nunca hayan escuchado oir de la Agricultura 4.0. Este es un concepto que contempla cómo será la producción de alimentos en los próximos años, donde la robótica, las telecomunicaciones, la información digital y, por qué no incluirlo, el marketing, serán los protagonistas de lo que comemos. ¿Y por qué necesitamos cambiar lo que ya funciona? Porque la población actual ronda los 7000 millones y se espera que en 2050 seamos 9800. Por esta razón todos los puntos de la cadena en la producción de alimentos deben actualizarse y trabajar con los recursos del S. XXI.

Fuente: https://www.flickr.com/photos/131324459@N07/

¿Cómo empieza la Agricultura 4.0?

Vamos a retroceder hasta el Neolítico para conocer los saltos que nos han hecho llegar hasta aquí.

Es importante decir que el paso del Paleolítico al Neolítico no fue más (ni menos) que el ser humano, dejó de emigrar buscando alimento y de estar a merced que lo que la naturaleza tuviera a bien en regalarnos a producir alimentos por nosotros mismos. Esto permitió asentamientos definitivos, el incremento de la natalidad, la tasa de supervivencia y la creación del comercio y de la artesanía.

Una vez conocidos los orígenes, demos un salto hasta 1865 y asomémonos al jardín de una abadía de lo que hoy conocemos como República Checa. Dentro de esta se encuentra Johann Gregor Mendel, también conocido por ser el padre de la Genética clásica. El señor Mendel estudió como las características genéticas eran transmitidas a distintas generaciones de guisantes. Dichos descubrimientos han sido la base para muchos genetistas y han podido usarse para mejorar desde el trigo de nuestro pan a los tomates que ponemos en nuestra ensalada.

Ahora nos volvemos a subir en nuestra máquina del tiempo y viajamos hasta EEUU. Es 1960 y está a punto de comenzar lo que posteriormente se llamó la Revolución Verde.  Consistió en la siembra de variedades de trigo, maíz y arroz, principalmente, más resistentes a los climas extremos y a las plagas, capaces de alcanzar altos rendimientos por medio del uso de fertilizantes, plaguicidas y riego.

El último salto lo damos hasta 2018 donde la humanidad está experimentando con coches que no necesitan conductor, con drones capaces de llevarnos la compra a casa o con miles de millones de datos subidos a la nube y disponibles en un sólo clic. Todos estos avances también están llegando a la agricultura:  la Agricultura 4.0.

Fuente: https://www.nesta.org.uk/news/precision-agriculture

No está lejos el momento en que, como vemos en la infografía, un ejército de robots, sea el que are nuestro campo o recoja nuestras manzanas. Y es más que probable que estas cosechadoras inteligentes sean comandadas por drones que cada día reconozcan que finca es la que se encuentra en su punto exacto de maduración o que nos envíen información de las plagas que nos están afectando.

¿Parece interesante verdad?